miércoles, 16 de marzo de 2011

nuestros mayores..

saludos!!

hoy no me he mirado el ombligo... (vale, un poco de reojo)

como la mayoría de nosotros vivo mi vida, me levanto, desayuno, recojo la casa, pongo la lavadora y el lavavajillas (que buenos inventos), saco a los perros.... en fin antes de irme a trabajar, hago unas cuantas cosas en casa (sin matarme), mientras hago un repaso mental de las cosas que tengo que hacer en el día (siempre me olvido de algo).... pasar por el banco, comprar un libro para mi pareja, la lista de comida que tengo que reponer, llamar al fontanero, hablar con mi hija, y preguntarle si necesita algo, pedir cita al veterinario....  ver a mi madre al salir del trabajo....
Aquí quería yo llegar.... mi madre vive sola, en un cuarto piso sin ascensor y en una calle con una cuesta interminable, ni siquiera vivimos en la misma ciudad, aunque la veo casi todos los días.


gracias al cielo, no tiene enfermedades graves, aunque cada vez se resiente más.... tanto que últimamente me he dado cuenta, de que realmente no está para vivir sola.
Me parece muy bien que desee su independencia, vivir como le da la gana, levantarse cuando le apetezca, o estar todo el día en la cama si es lo que quiere... pero... yo tengo mi vida, mi casa, mi pareja, mi hija, mi trabajo y ni siquiera vivo cerca...

Me revienta que haga recados y cargue con peso, pero muchos días yo no puedo acompañarla , ni  las compras, ni al medico, ni de paseo...

y claro, aquí surgen mis preocupaciones.... en mi casa no hay sitio, en la suya tampoco.. pero habrá que plantearse, que ella no puede estar sola, tampoco pagar a nadie, para que la cuide, yo no puedo dejar mi trabajo, ni mis propias obligaciones...
quizá tengamos que plantearnos (ahora que acariciábamos la idea de con un poco de esfuerzo, comprar una casita con terreno, barata, para vacaciones y esas cosas...) cambiar de piso, comprar uno algo mayor (mas habitaciones), con ascensor y a ser posible en una calle llana y convencerla, para que se venga a vivir con nosotros, sin obligaciones, a su aire, pero que si le pasa algo, tenga gente que pueda atenderla.
que continúe con su vida, con sus viajes, con las salidas con sus amigas, sin preocuparse (ya lo hizo durante muchos años) de si hay que hacer la comida, la compra, las camas, planchar...
Me preocupa y mucho, ella es muy independiente, no quiere depender, ni molestar a nadie (tampoco quiere gente a su alrededor que la incordie, o incomode), pero sin ir mas lejos este invierno, ha estado en la cama varios días (mal cuidada) dependiendo de mi (cuando podía) y de las vecinas, para hacerle los recados, y atenderla en las pocas cosas que podía necesitar, yo sintiéndome muy mal, por no poder estar más tiempo en su casa, por no poder hacer mas cosas, por no poder quedarme allí a dormir...
quizá ahora que lo pienso, mi postura es egoísta, porque me resultaría mucho más cómodo que ella estuviese en mi casa, me ahorraría el tiempo que invierto en estar con ella, hacerle los recados, acompañarla, también las llamadas telefónicas y el malestar que siento por las prisas de regresar a casa y continuar con mis tareas, obligaciones, y con mi tiempo de relax... o simplemente con estar en mi casa, mi refugio, mi fortaleza....

No quisiera nunca que mi hija el día de mañana se encontrase con este brete.